Participamos imaginando con jóvenes desde el Proyecto SHARE

El pasado sábado 20 de septiembre desde la UNED y La Mesa por la Convivencia, tuvimos la oportunidad de acompañar a los jóvenes del Consejo de la Juventud en una actividad de investigación-acción participativa con los jóvenes de Fuenlabrada. El objetivo fué claro: escuchar sus voces, recoger sus ideas y sumar sus propuestas al Proyecto SHARE. Sus aportaciones son fundamentales para el desarrollo del proyecto, ayudándonos a imaginar nuevos espacios de participación intergeneracional y a mejorar los pisos de alquiler para jóvenes. Con este tipo de acciones queremos señalar que incluir la voz de los jóvenes es imprescindible a la hora de pensar políticas públicas y diseñar espacios de participación. 

En la primera parte planteamos ¿qué necesidades y preocupaciones tienen hoy día los jóvenes? En este grupo de chicos y chicas de entre 18 y 25 años, la mayoría coincidió en que la estabilidad laboral y el acceso a una vivienda digna son los principales retos que enfrentan hoy en día, aunque también señalaron otro tipo de dificultades como el creciente peso de los problemas de salud mental entre los jóvenes.

La idea de la dinámica era que fuese lo más participativa posible. Para ello, preguntamos a los jóvenes si conocían el proyecto. La mayoría de estos jóvenes ya sabían en qué consistía el proyecto: crear un espacio residencial para mayores, dar la posibilidad a los jóvenes de acceder al mercado de la vivienda con un alquiler por debajo del precio de mercado, y crear un espacio de participación intergeneracional en el que jóvenes y mayores salgan beneficiados de compartir sus tiempos y conocimientos. 

Tras explicar más detenidamente el proyecto queríamos conocer las inquietudes de la juventud ante el mismo. Los jóvenes ven los claros beneficios que el proyecto puede tener a la hora de ofrecer vivienda y participación. No obstante, consideran que el proyecto sigue siendo pequeño y experimental, y debería plantearse más seriamente la escalabilidad para que más jóvenes pudieran beneficiarse. Además tienen miedo a que las casas que los mayores dejen en alquiler no estén lo suficientemente acondicionadas. Algunas inquietudes de los jóvenes también pasan por plantear quiénes serán los beneficiarios y si con salarios tan precarios como los suyos podrán acceder a este tipo de viviendas.

La segunda dinámica la llamamos ¡Imagínate! y consistía en ponerse en el lugar de posibles usuarios del proyecto: jóvenes que podrían acceder a una vivienda en el marco del proyecto y resolver cuestiones desde la visión de la juventud relativas a vivienda y participación.

En lo referido a vivienda, preguntamos entre otras cuestiones ¿con quién te gustaría compartir tu vivienda? Las respuestas fueron creativas y valiosas, la mayoría querían compartir con amigos, pero ya hay quien tiene claro que le gustaría irse a vivir solo o sola o con su pareja. En el caso de que existiera la posibilidad de compartir piso con desconocidos, surge en el propio grupo la idea de hacer un “speed dating” entre los participantes con la idea de poder escogerse mutuamente como compañeros de piso.

Otra de las preguntas estaba referida al mobiliario de las viviendas. Estos jóvenes ven el alquiler como una medida temporal y, con un contrato que tiene una duración de 5 años es mucho mejor disponer de los muebles y electrodomésticos del propietario. Como el proyecto contempla también hacer reformas que supongan algún tipo de beneficio energético para los jóvenes sería importante para ellos llevar a cabo acciones que puedan mejorar la aclimatación de las viviendas para evitar el exceso de calor y frío.

Cuestionados por la participación en los espacios comunes del SHARE señalan que les encantaría poder darle un uso comunitario. Indican varias propuestas. La mayoría de los participantes se muestra muy abierta a compartir tiempos y espacios con los mayores, pero siempre con propuestas atractivas para los jóvenes. Los jóvenes ven en los espacios y tiempos intergeneracionales compartidos una oportunidad para aprender y enseñar. Algunas respuestas señalaban: “espacios en comunidad y no segregados”, “Concursos: – cocina – escritura – pintura – fotografía – cosas que no impidan la participación según edad”, “actividades comunes que interesen intergeneracionalmente (películas, cursos, clases…)”. Respecto al uso de los espacios comunes, estos jóvenes creen que, pese a que haya actividades cerradas a los seleccionados, el espacio debería estar abierto a la ciudadanía, al menos en algunos horarios y actividades.

Por último, preguntamos a los jóvenes cuál pensaban que podría ser el nombre adecuado para este espacio residencial para mayores que incluya un espacio de participación intergeneracional: “Compartir es vivir”, “Instalación Convive”, “Espacio de la Con Vivencia”, “Convive San Esteban” fueron algunas de las propuestas de estos jóvenes.

Con esta acción, y algunas otras que vendrán, queremos seguir demostrando que el Proyecto SHARE es una iniciativa abierta y participativa en la que jóvenes y mayores tienen la oportunidad de dar forma al proyecto a través de sus visiones, necesidades e inquietudes. Nuestra intención es replicar esta dinámica con más grupos de jóvenes pensando en mapeos o paseos participativos que nos ayuden a detectar sus demandas. Al mismo tiempo, queremos organizar desayunos en asociaciones que permitan valorar cuáles son los deseos y expectativas de los mayores sobre cómo compartir tiempos y espacios con la juventud. 

Creemos firmemente que el Proyecto SHARE es una oportunidad para construir ciudad, fomentar el aprendizaje mutuo y diseñar políticas públicas que respondan a las realidades de quienes las viven.

¡Os invitamos a participar! ¡Escríbenos!

somos@mesaconvivenciafuenlabrada.org